domingo, 14 de diciembre de 2008

Dos Veces Seguidas

Signos de vida:

El mundo estaba en guerra, pero los niños aun cantaban.
Es como ver a un perro agonizando, vez directo a sus ojos, vez la sinceridad en él, vez sus intenciones. Te dice: “Yo ya estoy, ya caigo, me derrumbo, pero vos todavía podes seguir”. Esto te pone mal, lees entre líneas y por fin, ves. Ya no sos un siego y de los peores, que no quieren ver. Sos un poco más sabio que antes, creciste un poco. El perro crece con la edad, madura con el tiempo, pero vos, un ser humano, no. El ser humano puede vivir mucho tiempo y ser igual de tonto e ingenuo que al amanecer. Depende enteramente de cada uno crecer. Lo que hoy aprendiste, lo podrías haber aprendido en la mitad de tu vida, o quizás nunca.
¿Qué es lo que realmente importa? Nos hacemos este interrogante. Acá aprendemos un poco. Aprendimos, crecimos, no importa nuestra edad. Mirá y pensá, luego elegí. Así creces, no viviendo como un tren, llevándote todo por delante.
Vos creciste, y los niños siguen cantando. Pienso y lloro.

Realidad Bajo Cero:

Días más tarde el Perro murió. Nunca lo viste, pero sabes que debajo de esas sabanas, la muerte había dejado su huella. La realidad bajo cero. Esa imagen que anteriormente te revolvió las ideas, hoy, las vuelve a arremolinarlos. Cuando no se está, se es más. Alrededor de semejante frío, varias mentes calladas. Ya no se habían llevado la vida por delante, la vida se los había llevado por delante a ellos, y trajo lo peor. ¿Es posible llevarse por delante a la muerte? ¿Cómo no morir ante la muerte? Ironía. Hace falta conocerse para esto, el obstáculo más imponente en la vida, uno mismo. El Perro ahora era un Héroe, era un personaje agigantado. La mística del animal te asombro, los ojos, la esencia. Una esencia que le gano a la existencia, ya que su sentimiento sigue en vos aunque no este más. ¿Qué hizo él para que lo recuerdes? Nada, solo se dejo morir. Así que, no vale la pena preocuparse en ser recordado por el mundo si nos va a costar la muerte. Se recordará en tu vida más a este perro que a muchas otras cosas.
La realidad se había enfriado, y hoy, esta bajo cero.

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